El alero valenciano Víctor Claver ha concluido su participación en la temporada 12/13 al no clasificarse su equipo, los Portland Trail Blazers, para los play-offs. Sus números son los siguientes: ha disputado 49 partidos (de 82 posibles), jugando 16,6 minutos por partido con un promedio de 3,8 puntos, 2,4 rebotes y 0,9 asistencias. No son números que impresionen, pero ha ido claramente de menos a más, hasta el punto de asentarse en la rotación del equipo e incluso ser titular habitual en el tramo final de la temporada. Sufrió una lesión en el tobillo izquierdo que le hizo parar tres semanas en marzo, cuando estaba en su mejor momento y que posiblemente ha impedido que sus números hayan sido algo mejores.
Víctor Claver se arriesgó el pasado verano a probar suerte en la NBA sin ser determinante en Europa. No había demostrado todas las cualidades que se le presuponían. Sus comienzos no fueron nada halagüeños. En los primeros partidos, su presencia fue casi testimonial, jugando apenas 4 de los primeros 20 partidos y sin aportar demasiado en los pocos minutos que tuvo. Mejoró su situación a partir del mes de diciembre. Las lesiones y el hecho de que el resto del banquillo de Portland tampoco fuera de garantías permitieron que el rol de Claver en el equipo fuera aumentando. También fueron fundamentales los partidos que jugó en los Idaho Stampede (equipo ‘filial’ de los Blazers en la Liga de Desarrollo). En esos partidos jugó mucho y con acierto, obtuvo el ritmo de competición que no tenía y, sobre todo, ganó confianza en sí mismo. Así, una vez de vuelta a Portland, empezó a jugar con más asiduidad y supo encontrar su rol en el equipo. Su buena actitud, su buena defensa y su capacidad reboteadora le gustaron al entrenador Terry Stots, que poco a poco fue dándole más partidos y, sobre todo, más minutos en cada partido. Así, pasó de tener una presencia testimonial en los Blazers en noviembre a superar con asiduidad los 15 minutos por noche a principios de enero.
A partir de febrero llegaron sus mejores momentos con la franquicia de Oregón. Jugó todos los partidos de ese mes y por primera vez anotó más de 10 puntos en un partido (11 ante New Orleans el 13 de febrero). Se habia asentado totalmente en el equipo. Sus días en la NBDL eran historia, e incluso fue titular en algún partido. Pero una inoportuna lesión ante San Antonio (tobillo izquierdo) el 8 de marzo cortó su progresión. Afortunadamente, la dolencia no fue demasiado grave y pudo regresar al cabo de 19 días, recuperando un buen nivel de juego en los últimos partidos de la temporada.
En resumen, su balance general es mejorable, pero vuendo como ha ido de menos a más es de esperar que su segunda temporada, ya totalmente adaptado a otro baloncesto y a otro tipo de vida, sea de crecimiento.
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