No deja de ser sorprendente como en apenas dos jornadas, el ValenciaCF haya pasado de ver lejísimos la Liga de Campeones a tenerla a tiro de piedra. Tras el triunfo de la Real Sociedad ante los valencianos en la jornada 33, los vascos aventajaban a los de Valverde en cinco puntos. Pues bien, dos partidos después, esa renta se ha esfumado y ambos equipos afrontan las tres últimas jornadas empatados a puntos. Este vuelco no se puede explicar únicamente con cuestiones futbolísticas, hay también un componente mental que no se puede obviar.
Tras el duelo anteriomente mencionado entre Real Sociedad y Valencia, los valencianistas supieron olvidar rápidamente lo sucedido sobre el campo y se dedicaron a motivarse y a hacer lo posible para ganar los siguientes partidos. No fue sólo a través de frases y arengas de cara a la galería, sino que los jugadores se mentalizaron y se concienciaron de que realmente era (es) posible ganar todos los partidos restantes. Supieron olvidar el pasado y centrarse en mejorar el futuro. Se han centrado únicamente en entrenar y jugar bien para ganar. Y de momento ha dado resultados: dos contundentes victorias, ante Osasuna y Rayo Vallecano, con 8 goles a favor y ninguno en contra.
Esta actitud del Valencia CF tenía un doble motivo: primero, el de mejorar uno mismo; y segundo, meter presión al rival, en este caso la Real Sociedad. Y también aquí parece que el plan valencianista ha surgido efecto, al menos hasta el momento. La Real Sociedad, que sólo había perdido un partido de los últimos 23 (y fue ante el Real Madrid el 6 de enero), perdió, y con todo merecimiento, en Getafe. No sólo eso, siete días después fue incapaz de ganar a un Granada al que aventajaba en 24 puntos. ¿No ha sabido manejar la presión? Posiblemente.
En el caso de la Real Sociedad, ha pasado lo contrario que en el Valencia CF: tras la euforia por el triunfo ante el rival directo, el vértigo de tener a tiro la previa de la Champions les ha podido pasar factura, además de la presión valencianista. Tampoco sería descabellado hablar sobre la cuestión física: la Real Sociedad tiene una plantilla menos profunda y puede ser que lleguen más cansados a este tramo final de la temporada.
Dicho esto, todavía quedan tres jornadas, y las tornas pueden cambiar. Y tampoco olvidemos que, en estos momentos, la Real Sociedad sigue ocupando la cuarta plaza, la que permite jugar la previa de la Liga de Campeones. Pero desde luego habrá pelea hasta la última jornada, algo que hace sólo dos semanas parecía impensable.
