Valencia CF: merecimientos y realidades

De Marcos (Ath. Bilbao) y Banega (Valencia). FOTO:www.elgoldigital.com
De Marcos (Ath. Bilbao) y Banega (Valencia). FOTO:www.elgoldigital.com

El Ath. Bilbao-Valencia de la jornada 27 terminó con triunfo vasco por 1-0, gol de Muniain. Si fuera por número de ocasiones, el ganador hubiera sido el Valencia. Si fuera por juego, también hubiera vencido el Valencia CF. Y en defensa, a pesar de jugar sin centrales durante 60 minutos, el Valencia sufrió menos. Sin embargo, ganó el Athletic de Bilbao, que fue peor en casi todo pero sí fue mejor en lo más importante: el acierto de cara al marco rival.

Las sensaciones son muy importantes en el fútbol. Normalmente, cuando un equipo desprende buenas sensaciones, merece ganar y suele ganar. Sin embargo, como el fútbol no es una ciencia exacta, la fórmula anterior a veces falla (por eso utilicé la palabra ‘suele’). Al Valencia CF le lleva pasando eso desde hace unos días. Mereció más ante el Athletic y ante el Levante, e incluso si me apuran ante Zaragoza y PSG. Pero no ganó ninguno de esos partidos. Cuando en varios partidos no logras los resultados esperados tampoco se puede achacar todo a la mala suerte, algo más falla.

Y lo primero que los jugadores del Valencia deben corregir es la puntería. En San Mamés el Valencia tuvo hasta cinco ocasiones muy claras, más varios acercamientos peligrosos. Y no fue capaz de transformar ninguna. Contra el Zaragoza hace dos semanas marcó dos tantos, es cierto, pero tampoco tuvieron mucha efectividad. Y contra el Levante y el PSG el equipo llegaba muy bien cerca del área pero le costó plasmar su dominio en ocasiones de gol verdaderamente claras.

 

También en defensa hay problemas. Es cierto que tener lesionados a todos tus centrales (Rami, Ricardo Costa y Víctor Ruiz) y al lateral derecho titular (Joao Pereira) es un hándicap importante que no debe ser obviado, pero la realidad es que los rivales necesitan muy poco para marcar. Estos últimos cuatro partidos son la muestra clara de ello. La defensa no transmite seguridad, está cogida por alfileres, y eso se nota. El rival lo nota, y sabe explotarlo.

Si nos fijamos, los problemas del Valencia no parecen ser tácticos ni de sistema ni de concepto de juego. Parece más una cuestión de acierto y ejecución. Y eso lleva al debate más a los futbolistas que al entrenador. Cada vez hay más valencianistas que dudan en voz alta sobre la calidad de algunos jugadores de la plantilla. Desde luego cuando vendes a tus mejores jugadores y fichas barato porque no necesitas el dinero para pagar deudas, la posibilidad de que el nivel general de la plantilla se resienta es más alto. Y eso le está pasándo al Valencia.

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