La primera vuelta de la Liga BBVA concluyó para el Valencia CF con un triunfo cómodo ante el Sevilla FC (2-0, ambos de Soldado) que le permite terminar la primera vuelta acariciando los puestos europeos. Además, la victoria le permite seguir creciendo y ganando confianza de cara a su primer objetivo: clasificarse para jugar la próxima edición de la Liga de Campeones. Pero para poder lograrlo debe seguir mejorando.
Valencia y Sevilla son dos equipos que están rindiendo por debajo de lo esperado, en especial los sevillanos, más cerca del descenso que de la zona noble de la clasificación. Esto se notó en el partido de Mestalla. No fue un partido bonito, pero sí quedó evidenciado que los de Valverde están mejor que los Michel: controlaron el partido, dominaron más y se les veía con algo más de ideas. Por eso, aunque el juego no fue nada del otro mundo, el cuadro blanquinegro venció con comodidad. Además, el cuadro valencianista ha roto su particular gafe con el Sevilla, que le había ganado los cinco últimos partidos de Liga de manera consecutiva.
Este partido resume con bastante fidelidad lo que es el Valencia CF desde la llegada de Ernesto Valverde al banquillo: es más solvente (ha ganado cuatro de cinco partidos en Liga y dos de Copa del Rey), sufre menos y es más práctico, pero sigue teniendo lagunas en el juego ofensivo, reconocidas por el propio entrenador. Ahí es donde debe trabajar para aspirar con plenas garantías a una de las cuatro primeras posiciones y, también, a pelear en Copa y en la Liga de Campeones (el retorno de Canales es una gran noticia en este sentido). La plantilla se ha tranquilizado, empieza a creer en lo que hace y los resultados empiezan a llegar, pero están todavía a mitad de camino. Tienen media temporada todavía para alcanzar la meta. A ver si lo logran.
