Hasta hace muy poco tiempo, todos o casi todos los éxitos del deporte español estaban protagonizados por hombres. Poco a poco la ‘paridad’ también está llegando a la alta competición. Las mujeres también logran títulos, medallas y poco empiezan a sentir el apoyo popular. El último caso, el de Garbiñe Muguruza en Wimbledon.
Tradicionalmente, el deporte ha sido un campo exclusivo del género masculino. En España, no fue hasta hace poco más de 30 años (los años 80 del siglo XX) cuando el deporte femenino empezó a ser aceptado por la sociedad y pudo empezar a organizarse. Desde entonces, poco a poco, pasito a pasito, han ido eliminando barreras, creciendo, cosechando triunfos cada vez mayores… Todavía no alcanzan ni el tirón popular ni la repercusión mediática de los hombres. Y más brecha hay aún en el apartado de ganancias y dinero. Pero también ahí se van reduciendo paulatinamente las desigualdades.
Por no ir muy lejos, sólo en estas primeras semanas de verano podemos encontrar hasta tres ejemplos de éxitos y fantásticos resultados protagonizadas por mujeres. La más reciente e importante fue la protagonizada por la tenista Garbiñe Muguruza. Con sólo 21 años se plantó en la final del torneo de tenis de Wimbledon (el más prestigioso del mundo), y se ha colocado entre las diez mejores del mundo.
Sólo una semana antes, las chicas de la selección española de baloncesto se colgaban la medalla de bronce en el Eurobasket. No pudieron defender el título logrado hace dos años, pero se quedaron muy cerca. Ya fueron subcampeonas del mundo el año pasado. Este bronce demuestra que se mantienen en la élite. Además, la selección sub’20 logró recientemente proclamarse campeona de Europa.
Y el último ejemplo, el de la selección española de fútbol femenina. En su caso su gran logro estriba en haber participado por primera vez en el Mundial absoluto, hito hasta ahora desconocido. Y además hay potencial para que este hecho sea sólo una anécdota, sino que sigan progresando en un futuro no muy lejano (aún no han alcanzado su madurez y, encima, las categorías inferiores vienen pisando fuerte, con título europeo en categoría sub’17 incluído)
Mireia Belmonte
Estos tres casos son los más recientes, pero ya hace un puñado de años que las mujeres vienen reclamando atención con sus éxitos. El gran referente en este sentido es la nadadora Mireia Belmonte, con 2 platas olímpicas, 3 medallas en mundiales (2 platas y un bronce) y 10 medallas en europeos (4 oros, 3 platas y 3 bronces). Además, en piscina corta (25 metros), suma nada menos que 21 medallas entre mundiales y europeos, divididas en 16 oros, 4 platas y 1 bronce.
Pero además de Belmonte, la selección española de waterpolo es la actual campeona del mundo y de Europa, además de lograr la medalla de plata en los JJ.OO de 2012; la selección de balonmano también tiene un palmarés envidiable (1 bronce olímpico, otro mundial y dos subcampeonatos europeos, todos ellos logrados en los últimos siete años); Carla Suárez se ha asentado entre las mejores tenistas del mundo… por no mencionar a Gemma Mengual, Ona Carbonell y las demás chicas de la natación sincronizada, asentadas en la élite desde hace mucho tiempo. Me dejo algunas, pero lo mostrado vale para atestiguar que las chicas también son fundamentales en el deporte español.
