España convirtió en vulgar a Francia

EFE
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La selección española sigue quemando etapas en su reto de repetir título europeo. En los cuartos de final, España ganó 2-0 a Francia y, lo que es más importante, venció dando una sensación de superioridad casi total sobre el rival. Salvo en momentos muy puntuales, parecía que todo estaba controlado.

Quién lo iba a decir. Hasta hace cuatro años, los cuartos de final eran un escollo insalvable y eran partidos donde la afición sufría y sufría. Ayer no pasó nada de eso. ¿Por qué fueron tan superiores los de Vicente del Bosque? Veamos algunas causas:

1) España fue fiel a su estilo y saltó al campo consciente de sus posibilidades de triunfo. No se puede decir lo mismo de Francia, que ‘traicionó’ su idea futbolística y basó su estrategia en incomodar a España. Fue una Francia temerosa y sin convicción, que empezó a perder el partido desde que se supo el once inicial (tres mediocentros y Nasri al banquillo para poner en su lugar a un lateral). Fue como si reconociera de salida la superioridad española. Otro síntoma del salto de calidad de España.

2) La ‘Roja’ jugó con una inteligencia y una madurez elogiables. No cambia su estilo ante nada ni ante nadie. Siempre quiso tener el balón y crear peligro desde la posesión. Y cuando Francia colocó jugadores ofensivos en el segundo tiempo, quiso aprovechar los espacios, hasta ese momento casi inexistentes (por ese motivo entraron Pedro y Torres).

3) España estuvo impecable en defensa. Es remarcable las pocas opciones de gol que le concede al rival. En cierto modo, el peculiar estilo de España facilita su labor defensiva, ya que el balón está poco tiempo en los pies del rival, y en la mayoría de los casos lo consigue más cerca de su área que de la española, lo que dificulta ya de inicio las opciones de peligro. Un dato que me parece escalofriante: Casillas realizó ante los franceses menos paradas que ante Irlanda. Otro dato: España sólo ha encajado un gol (el de Italia) y es la selección menos goleada.

Para terminar, conviene dejar claro que España tampoco es perfecta y que todavía tiene margen de mejora. Le falta imprimir más velocidad. No cuando el rival está encerrado, que eso es muy difícil, pero sin en determinadas fases, como en la segunda parte ante Francia. Cambiar de ritmo de vez en cuando (algún contraataque, algún balón al espacio) tampoco estaría mal. Por otro lado, la columna vertebral del equipo apenas ha tenido descanso y se echan de menos a jugadores como Mata o Llorente.

Con todo, hay que estar contentos y celebrar que estamos en unas semifinales, algo muy difícil de conseguir por mucho que estos chicos se empeñen en hacer ver lo contrario.

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