La selección española de fútbol vuelve a depender de sí misma para ser primera de grupo y no tener que esperar así a una traicionera repesca para acudir a defender su título mundial en Brasil 2014. Una gran victoria ante una grande, Francia, (otrora bestia negra de España) en su feudo de Saint Denis, ha eliminado de un plumazo las dudas sobre España y la angustia por la clasificación. Y la ‘Roja’, ayer más que nunca, venció porque jugó a tope y motivada los 90 minutos, no relajada como ante Finlandia, y volvió a ser vertical en ataque, sin abusar más de la cuenta del pase intrascendente.
El triunfo de España evidencia nuevamente que está generación de fútbolistas, además de un enorme talento y calidad, tienen un gen competitivo y un ansia por ganar brutales. No han fallado nunca, hasta el momento, en los partidos importantes, donde hay que ganar o morir (deportivamente hablando, por supuesto). Varios datos demuestran que España sí sabe competir: su última derrota en un partido de clasificación para el Mundial fue hace nada menos que 20 años, un 31 de marzo de 1993, cuando Dinamarca le ganó 1-0 en Copenhague. Desde entonces, España ha disputado 50 partidos de previa mundialista sin morder el polvo. Es un récord mundial. Además, es la primera vez que España vence a otra campeona del mundo como visitante en partido oficial.
El duelo no falló a las expectativas. Se notó desde el pitido inicial del árbitro que había muchísimo en juego. La tensión era grande y los nervios también. Pero España se manejó bien. Y fue así porque, insistimos, recuperó sus virtudes. A diferencia del duelo ante Finlandia, donde España tenía la posesión pero no mordía en ataque, la Roja fue más vertical, recuperó el toque rápido y preciso que desborda defensas. Si no creó más ocasiones de gol fue porque su rival es de los buenos. Francia acumuló mucha gente atrás, pero estuvieron muy ordenados siempre y crearon problemas al contragolpe. De hecho, suya fue la mejor ocasión del primer tiempo.
España se hizo acreedora de la victoria y tuvo la dosis de fortuna necesaria para lograrla. El gol de Pedro llegó casi de rebote (aunque la jugada es excelente) y Francia tuvo tantas claras ocasiones para marcar como España. Pero en esos casos apreció Victor Valdés, que con dos paradones, uno en cada tiempo (a Ribery y a Evra), para evitar el empate.
Varios jugadores salieron fortalecidos de este encuentro. El ya nombrado Valdés es uno, Monreal es otro (impecable en defensa y peligrosísimo en sus subidas al ataque, con asistencia de gol incluída). También se demostró que Xabi Alonso es clave, por su equilibrio en defensa y por su excelente desplazamiento de balón en corto y en largo.
En estos momentos, con tres partidos por disputarse, España aventaja a Francia en un punto. La ‘Roja’ se medirá a Finlandia en septiembre a domicilio y en octubre a Georgia y Bielorrusia, ambos en casa. Si gana los tres partidos será primera de grupo. si no, deberá esperar a que también tropiece Francia. Y un apunte: en caso de empate a puntos, decide en primer lugar la diferencia de goles general, no particular entre los dos equipos empatados. Es decir, tampoco conviene relajarse porque entonces no valdría de nada este valioso triunfo en París.
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