La otra cara del fútbol

Sede de la FIFA en Zurich (Suiza)
Sede de la FIFA en Zurich (Suiza) FOTO:estrelladigital.es

Esta semana dos noticias han devuelto al primer plano la otra realidad del fútbol, su lado más oscuro. Por un lado, la investigación al presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, en el contexto de la supuesta corrupción que afecta a la FIFA. Por otro lado, la denuncia presentada por un abogado sobre supuestas presiones para favorecer al Real Madrid en su próximo partido frente al FC Barcelona.

El fútbol es el mayor entretenimiento en España y en gran parte del mundo. Millones de personas esperan con ansiedad la llegada del fin de semana para ver en acción a su equipo favorito. Muchas empresas y empresarios invierten/participan en este deporte. Todo esto (y otros factores más, por supuesto), también hacen posible que no sea oro todo lo que reluce. Existen infinidad de intereses ocultos y lacras que, de no atajarse a tiempo, pueden perjudicar gravísimamente al fútbol.

Dos de esas amenazas han sido actualidad estos días: las acusaciones que salpican a varios altos cargos de la FIFA y la insinuación de presiones hacia los árbitros. Con respecto a la primera, la novedad es que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, está siendo investigado por el Comité Ético de la FIFA. No se ha aclarado aún si está acusado de algo o no, aunque la prensa especializada asegura que se le ha interrogado acerca de la supuesta compra de votos para las elecciones de los Mundiales de 2018 y 2022.

Platini (izquierda) y Villar (derecha)
Platini (izquierda) y Villar (derecha). FOTO: EFE

La investigación a Villar (también a Beckenbauer, el mítico exfutbolista) alimenta todavía más las sospechas sobre la FIFA. Recordemos que en estos momentos ya están suspendidos algunos de sus dirigentes más importantes, empezando por su presidente, Joseph Blatter, varios vicepresidentes, o el presidente de la UEFA, Michel Platini. Y no se descarta que aparezcan más nombres en próximas fechas. No son pocas las voces que claman por una limpieza total de la institución, por la salida de todos los que ahora mismo ostentan algún cargo de responsabilidad (por mínimo que sea) y por la llegada de gente sin ninguna vinculación con FIFA. Si los dirigentes no dan ejemplo, la imagen del fútbol se ve muy dañada.

La segunda noticia ha tenido lugar en nuestro país, aunque no es el único lugar donde suceden acontecimientos de este tipo. El lunes 19 de octubre, un abogado, en nombre de un asistente arbitral del que no dio a conocer el nombre, denunció ante la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción del Barcelona un supuesto intento de presión a su cliente para que favoreciera al Real Madrid en el partido que disputará dentro de unas semanas ante el FC Barcelona. Unas presiones, según la denuncia, procedentes del propio estamento arbitral.

Un árbitro asistente, durante un partido
Un árbitro asistente, durante un partido.

No es objeto de este artículo analizar la veracidad o falsedad de la denuncia (de eso ya se encargará la justicia), pero el hecho de que situaciones así puedan producirse ya demuestra que ciertos aspectos que rodean al fútbol deben erradicarse. En ciertas ocasiones se da demasiada importancia a ganar o perder. Sin duda las grandes cantidades de dinero que mueve el fútbol aumenta la exigencia y la presión hacia los jugadores y árbitros, pero se debe mantener la cordura.

En resumen, para que el fútbol siga siendo el deporte de masas que es actualmente, necesita minimizar al máximo (exterminarlo se antoja casi imposible) todo lo negativo que le rodea. Sonará utópico, pero se podría empezar por dramatizar menos la derrota y, también por minimizar los efectos de una victoria (no debería valer ganar de cualquier modo)

(Artículo publicado en freely.es)

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