El sábado 30 de junio se inicia uno de los grandes acontecimientos deportivos del mundo: el Tour de Francia. El Tour es algo más que una carrera ciclista. Es una prueba seguida en todo el mundo. Su impacto mediático sólo es superado por los Juegos Olímpicos y los Mundiales de Fútbol.
Sin Alberto Contador, cumpliendo sanción por dopaje, el Tour quizá pueda perder impacto en España. Tampoco estará, en este caso por lesión, su gran rival Andy Schleck. Son dos bajas significativas, pero los que están también son muy buenos. Los principales favoritos, a priori, son Cadel Evans (AUS – Equipo BMC) y Bradley Wiggins (GBR – Sky). Evans defiende el título del año pasado y siempre llega en buen momento a esta carrera, mientras que Wiggins es el corredor más en forma de 2012 y el recorrido le viene como anillo al dedo (a Evans también).
En cuanto a los españoles, las principales bazas para la clasificación general son Samuel Sánchez (Euskaltel) y Alejandro Valverde (Movistar). Eso sí, sus aspiraciones se centran en entrar en el podio. Que aspiren a más depende de otros factores.
Otros corredores a los que también se debe tener en cuenta son Frank Schleck (LUX – Radioshack), Vincenzo Nibali (ITA – Liquigas), el último ganador del Giro de Italia, Ryder Hesjedal (CAN – Garmin), o los veteranos Denis Menchov (RUS – Katusha) o Levy Leipheimer (USA – Omega Pharma).
Por lo que respecta al recorrido, las contrarreloj se antojan decisivas, lo que refuerza el favoritismo de Evans y Wiggins, grandes especialistas contra el crono. Hay casi 100 km cronometrados (en concreto 96,1) y por el contrario sólo hay dos finales en alto. Eso sí, este dato no quiere decir que haya poca montaña. Se mantienen puertos clásicos como Tourmalet, Aubisque, Madeleine o la Croix de Fer, y sobre todo, hay bastantes etapas con ‘trampas’ en forma de finales en repecho, adoquines o de sube-baja constante. (Ojo a la 7ª etapa con final en ‘La Planche des Belles Filles’, un puerto de sólo 6 km pero con unas rampas infernales). En resumen, mucha contrarreloj, menos finales en alto pero a la vez pocas etapas totalmente llanas.
