Pongan el videoarbitraje en el fútbol, por favor

Imagen de una pantalla en el puesto del 4º árbitro en el Mundial de Clubes 2016.

Sigo sin entender porqué no se aplica la tecnología al mundo del fútbol. Que el deporte más mediático y más practicado del mundo (y que además mueve millones de euros) no cuente con un apoyo tecnológico para resolver jugadas dudosas es, simple y llanamente, una incoherencia.

Es cierto que ya se han realizado algunas pruebas y experimentos, pero la implantación, digamos, ‘oficial’, está costando más de la cuenta. Tanto FIFA como International Board van dejando de lado sus reticencias, pero van despacio.

Ya ha quedado claro en otros deportes
que el vídeo y la tecnología son un recurso utilísimo

Eso sí, para que las tecnologías sean verdaderamente eficientes, sí que es necesario dejar bien claro cómo se utilizarían y cuando. Hay que definir que aspectos del juego serían susceptibles de ser revisados: si los goles fantasma, los penaltis, los fueras de juego… Obviamente no todo puede ser revisable, porque el sistema debe ser ágil para permitir al árbitro tomar una decisión rápida. Al mismo tiempo, tampoco se puede interrumpir el juego constantemente. También se debería definir si el árbitro tendría plena potestad para echar mano del vídeo o debería solicitarlo algún equipo (ya sea el entrenador o el capitán) o si hay un número máximo de veces que se puede solicitar…

Hay que tener en cuenta todos estos factores, pero ya ha quedado claro, si vemos otros deportes, que el vídeo y la tecnología son un recurso utilísimo. Ahí están el ‘Ojo de Halcón’ en el tenis o el empleo del vídeo en el baloncesto para discernir que canastas o acciones han sido dentro del tiempo. También se utiliza el vídeo en deportes como el hockey hierba. Además, la tecnología también sirve para liberar de cierta presión a los árbitros, que cuentan con una ayuda externa valiosísima. El ojo humano tiene sus limitaciones y cualquier ayuda debe ser bienvenida.

Adiós a ciertos debates

Algunos argumentan que la polémica forma parte del fútbol, que es su salsa, que no sería lo mismo sin polémica. No estoy de acuerdo. Los amigos, las tertulias de los bares, etc. seguirían existiendo. Y además se acabaría (o al menos se reduciría) el debate sobre si los árbitros favorecen a tal o cual equipo, porque se vería objetivamente si un gol era legal o no o si una expulsión era justa o no.

Como veis, las tecnologías aplicadas al fútbol ayudarían todavía más al juego, y no al revés. Todo ello me hace volver a mi primera frase: sigo sin entender porqué no se aplica la tecnología al mundo del fútbol.

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