Los mejores jugadores europeos de la actualidad compiten entre sí desde este jueves por ver cuál es la mejor selección de Europa. Ocho países en busca de un título. Muchas cosas a tener en cuenta antes de los cuartos de final. Éste es un pequeño análisis de cada enfrentamiento.
República Checa-Portugal
Los portugueses parten con ventaja, aunque históricamente les suele afectar jugar con el cartel de favoritos. La República Checa se agarra al precedente de la Eurocopa de 1996 donde, también en cuartos de final, sorprendieron a los lusos, capitaneados por Figo y Rui Costa. Los checos son un bloque rocoso y peleón, pero andan justitos de calidad y pegada. Para colmo, su líder y mejor jugador, Rosicky, está tocado. Ahí estará la diferencia. Si Portugal es capaz de imponer su mejor calidad técnica, pasará a semifinales. Le bastará con que Cristiano Ronaldo esté a un nivel bueno y que sus compañeros le acompañen mínimamente y no cometan errores.
Alemania-Grecia
Sobre el papel es el choque más desequilibrado, aunque con mucho morbo debido al contraste entre las economías de ambos países y el tema del rescate y el euro. De todos modos, sería una sorpresa mayúscula un triunfo griego. Alemania es superior en todas las líneas y tienen muchísima más experiencia que la voluntariosa Grecia. Y no van a salir confiados al campo. Las mínimas opciones de los helenos pasan por saber canalizar correctamente la hipermotivación con la que jugarán y plantear un partido lento, aburrido y con constantes interrupciones. En otras palabras, que no le dé ritmo a los alemanes. Y ni aún así podría bastarles…
España-Francia
Sólo por el hecho de ser la vigente campeona de Europa y del mundo, España ya parte con una ligera ventaja. Pero no sólo por eso. En este torneo, los de Vicente del Bosque han dejado mejores sensaciones (a pesar de las críticas recibidas) que los franceses de Blanc. Pero ojo, que esta Francia es un buen equipo y tiene calidad y potencial para ganar. Y jugarán sin presión. La clave de este partido podría estar de hecho más en las defensas que en los ataques, puesto que a los Xavi, Iniesta o Silva, Francia presenta a jugadores como Benzema, Ribery o Nasri, también muy capaces de desequilibrar. Así que la balanza caerá del lado de la selección que mejor defienda al rival. Eso sí, a Francia no le ayudan sus jaleos internos.
Inglaterra-Italia
Es la eliminatoria más equilibrada de las cuatro. Es casi una temeridad apostar claramente por uno. Tanto Inglaterra como Italia llegan en un momento de forma de similar y ambos tienen una parecida concepción de juego (aunque Italia juega más con el balón y lo trata mejor, por increíble que parezca). Una individualidad o un error pueden decidir el desenlace del partido. Las armas a explotar por Inglaterra son la defensa, el balón parado y la conexión Gerrard-Rooney. Italia, por su parte, debería echar mano de la presión, de la clase y visión de juego de Pirlo y confiar en alguna genialidad de los irregulares Cassano y Ballotelli.
