Brasil, Italia y España no fallan

Los jugadores de España celebran un gol. FOTO:excite.es
Los jugadores de España celebran un gol. FOTO:excite.es

Completada la primera jornada de la Copa Confederaciones, la primera conclusión que se puede extraer es que los tres grandes favoritos (Brasil, Italia y España, por el orden en que jugaron) superaron con nota el debut y sumaron su primera victoria. Brasil y España con bastante autoridad, Italia con más dificultades.

Brasil goleó a Japón por 3-0. Sin alardes ni las florituras que se espera en los brasileños, pero si con solvencia y orden, como le gusta a su seleccionador Scolari. Lo mejor fue la sensacional volea de Neymar, que supuso el 1-0 y las gotas de calidad que dejaron el nuevo jugador del Barcelona o el mediapunta del Chelsea Óscar. A Japón le trastocó demasiado el tempranero primer gol. A pesar de tener 87 minutos por delante, no parecieron tener capacidad de respuesta.

 

Italia tuvo un partido duro y díficil ante México. Algo previsible por otra parte, porque los mexicanos han sido históricamente un equipo peligroso. Quedó demostrado que Pirlo es el faro de Italia, su jefe, su cerebro. Anularle a él supone anular a Italia. Afortunadamente para ellos, Pirlo no es su único recurso, aunque sus complementos pecan de irregularidad. Ballotelli es el ejemplo más claro. Resolvió el duelo con el 2-1 definitivo, pero por lo demás hizo un partido bastante discreto. A México le faltó convencimiento. Jugaron con orden y criterio, pero en ataque estuvieron discretos.

 

Y por último tenemos a España. La campeona del mundo y de Europa dejó claro que en los partidos oficiales es donde da lo mejor de sí misma, que es mucho. Uruguay puede corroborarlo. La primera parte de la ‘Roja’ ante los charrúas fue para recordar, con una exhibición notable de fútbol. El 2-0 que reflejaba el marcador al descanso se antojaba incluso corto para lo visto sobre el terreno de juego. Iniesta, Cesc y Xavi manejaban el balón como querían, y Pedro y Soldado plasmaron el dominio en goles. Sin embargo, paradojas del fútbol, España terminó sufriendo. Primero porque bajaron demasiado el pistón en la segunda mitad, y segundo porque si Uruguay tiene una virtud, ésa es la casta y el orgullo. A pesar de saberse inferior, nunca bajó los brazos. A su estilo, peleando, frenando el partido, con pelotazos buscando a los delanteros… tuvo su momento. El golazo de Luis Suárez le dio emoción al final del partido, pero hubiera sido injusto que España no hubiese ganado, porque fue muy superior.

 

El papel de Tahití
La primera jornada se cerró con el Nigeria-Tahití. Se sospechaba (porque muy pocos los habían visto jugar), que el nivel futbolístico de los tahitianos era muy pobre. El duelo ante los africanos confirmó esta idea. A pesar de hacer un partido bastante flojo, Nigeria ganó por 6-1. La locura que se desató en las filas de Tahití cuando marcaron su gol explica sobradamente su modestia.

La pregunta llegados a este punto es: ¿es buena para la competición la presencia de este tipo de países, que a pesar de dejarse la piel sobre el campo son goleados sin esfuerzo por parte de sus rivales? Está claro que si están en Brasil es porque se han ganado su plaza, pero quizá no estaría de más revisar las normas.

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